María Ana, explotada sexualmente desde niña. Febrero 2014.
La entrevista con María Ana, quien es sordomuda, fue a través de Delia, su amiga y compañera de esquina, quien aprendió la lengua de señas para poder comunicarse juntas, entre ellas se cuidan mucho.
“Ella dice que empezó con una de sus hermanas, andaba por todos lados. Hay muchos que le han pegado y muchos que la han respetado. La mayoría que la busca a veces la deja tirada por ahí. Ella no se puede defender, no sabe tampoco pelear. Es demasiado buena. Ya estuvo casada tres veces, tiene hijos, tiene cuatro hijos, el menor tiene 21. Ella tuvo relación emocional, tuvo conexión con los cuatro hombres. Su alegría son los cuatro nietos que tiene. Quiere traerlos a todos con ella. Hace 16 años que estamos juntas. Yo la conocí ahí a ella. Quise aprender porque no la entendía, me enloquecía. Nos cuidamos una a la otra... El mensaje que ella quiere dejar es: ‘Las cosas cambian’”.